Una de las indicaciones más frecuentes de tratamiento con láser son las lesiones vasculares cutáneas que ha tenido un gran impacto como opción terapéutica por su eficacia, seguridad y magníficos resultados.
El tratamiento láser en el manejo de las lesiones vasculares se basa en la capacidad que tiene la longitud de onda emitida (1064 nm) de actuar sobre la hemoglobina contenida en los glóbulos rojos, de manera que absorbe energía y el capilar se colapsa y desaparece progresivamente por la reabsorción gradual por parte del organismo.
Cualquier tipo de lesión vascular es tributaria de este tratamiento, algunos ejemplos son:
TELANGIECTASIAS O ARAÑAS VASCULARES FACIALES.
CUPEROSIS Y ROSÁCEA.
PUNTOS RUBI Y LAGOS VENOSOS
VARÍCULAS EN PIERNAS
Con este tratamiento láser se pueden aclarar desde las más superficiales y de menor calibre como son las telangiectasias o arañas vasculares hasta las de mayor calibre y más profundas como las varículas y venas reticulares. EL número de sesiones utilizadas son variables dependiendo del tipo de lesión vascular y de la extensión de la misma. La evaluación de la respuesta al tratamiento debe realizarse como mínimo a los 2 meses de cada sesión porque éste es el tiempo mínimo necesario para que se produzca la reabsorción de los vasos tratados.
El tiempo entre sesiones ha de ser como mínimo de 2 meses, lográndose obtener resultados de un aclaramiento de hasta un 90% dependiendo del tipo de lesión a tratar. Es fundamental la estricta fotoprotección de la zona para evitar las pigmentaciones postinflamatorias por lo que el tratamiento nunca lo realizaremos en verano.