Las verrugas son pequeñas tumefacciones de la piel producidas por el virus del papiloma humano (VPH). Pueden afectar a cualquier parte del cuerpo, principalmente manos y pies. Aparecen como pequeñas tumoraciones de la piel sobre cualquier parte de las manos y alrededor de las uñas y en los pies parece que tienen pequeños puntos negros en su interior. Normalmente son indoloras pero las plantares sí que pueden ser dolorosas ya que presionan hacia dentro cuando se camina o está de pie.
Cuando las verrugas aparecen en los órganos sexuales pasan a denominarse verrugas genitales o condilomas y son consideradas una enfermedad de transmisión sexual. Pueden convertirse en una enfermedad grave ya que varios tipos de VPH pueden desarrollar cancer de útero en la mujer. Para su prevención se están llevando a cabo las campañas de vacunación a las adolescentes.
Las verrugas se adquieren a través del contacto directo con una persona o superficie infectadas, como el suelo de una ducha por ejemplo. Pero el sistema inmunitario de cada persona responde de forma distinta a las verrugas, es decir, que no todos los que entran en contacto con el HPV desarrollarán verrugas. En general el tiempo que pasa desde que uno se infecta hasta que aparecen las verrugas es de unos 3 meses, sin embargo el virus puede permanecer dormido durante años por lo que es muy difícil determinar el tiempo de la infección.
Cuando estas lesiones son dolorosas o afectan estéticamente al paciente por su localización y/o número está indicado tratarlas. Existen varias posibilidades de tratamiento que se elegirán de manera individualizada: congelación con nitrógeno líquido (crioterapia), cirugía con electrodeseca-ción y curetaje, infiltración de fármacos, …
Hay que tener en cuenta que pueden ser difíciles de erradicar por completo y que pueden aparecer nuevas verrugas tras el tratamiento por lo que puede ser necesario más de un tratamiento o combinar varios tratamientos y no se aconsejan tratamientos excesivamente agresivos.